Enfoque
Diferentes profesionales compartirán aspectos importantes sobre la acogida y el acompañamiento que se ofrece a las personas que llegan refugiadas desde zonas en conflicto, qué necesidades tienen y la importancia del acompañamiento emocional y la atención psicológica.
Te interesa si...
te dedicas al ámbito de la salud, social, educativo y la salud mental, ya sea como profesional o como persona voluntaria. Y en general, a todas las personas con interés en conocer más sobre la situación de estas personas.
Descripción
Una persona refugiada es la que se ve obligada a huir de su país de origen o de residencia a causa de un conflicto bélico o por estar perseguida por su origen racial o étnico, religión, opinión política, nacionalidad, género u orientación sexual, o pertenecer a un determinado grupo social.
La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) estima que actualmente hay 82,4 millones de personas en el mundo que viven desplazadas, lo que supone un 1% de la población mundial. La mayoría de estas personas buscan refugio en sus países vecinos, pero estos suelen contar con recursos insuficientes para garantizarles una buena acogida y garantizar el respeto de sus derechos humanos. El principal país de origen de las personas refugiadas actualmente es Siria, pero también hay muchos ciudadanos de Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar que ha tenido que solicitar asilo en otros países. En el caso de Ucrania, antes incluso de los hechos recientes, casi 3 millones de personas ucranianas necesitaban ayuda humanitaria. Desde que estalló la crisis de Ucrania, más de 4,5 millones de personas han salido del país.
La salud física y psicológica de las personas refugiadas pueden verse comprometida por diversos motivos: pueden no conocer el idioma del país de acogida, ni disponer de redes sociales de apoyo en el destino, ni medios económicos para cubrir sus necesidades básicas y se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad. Por ello, los países de acogida deben poder ofrecerles una atención integral que, no solo cubra sus necesidades de seguridad, ropa, alojamiento, alimento y asistencia jurídica, sino también que fortalezca su salud mental, les ayude a reforzar sus competencias y sus habilidades para una vida autónoma y en la comunidad. Es importante poder identificar las necesidades de salud mental que algunas personas refugiadas pueden presentar a consecuencia de su experiencia de conflicto y migratoria para poder ofrecerles el apoyo y la atención necesarias, desde un modelo integral y comunitario, y con especial atención en la población infantil y juvenil.