Estoy muy triste ¿tengo una depresión?
La COVID-19, el confinamiento y la situación de pandemia ha causado un notable impacto en la salud mental de la población.
Se trata de una situación que ha generado mucha inquietud en la población y una preocupación generalizada por su salud. Todas estas emociones y experiencias sobrevenidas y, para muchas personas, nunca antes experimentadas han generado una necesidad creciente en la ciudadanía por entender qué les está pasando y si es normal o si están padeciendo una depresión.
A medida que la pandemia ha ido evolucionando se ha detectado un incremento de los cuadros ansiosos y depresivos, asociados con frecuencia con trastornos del sueño. Cierto grado de ansiedad puede ser protector en la vida cotidiana, pero, en determinas circunstancias, la ansiedad puede volverse excesiva y manifestarse con cambios de humor, tristeza, irritabilidad o conductas que nos impiden adaptarnos a una nueva realidad.
Sentir tristeza ante acontecimientos vitales estresantes es normal. Sin embargo, si la situación se hace persistente, se agrava o provoca un deterioro en la vida cotidiana de la persona, puede ser un aviso de que la persona está desarrollando un cuadro depresivo. Es decir, si afecta al propio cuidado personal, al rendimiento en los estudios o en el trabajo o si se produce un estado de autoaislamiento familiar o social, es momento de pedir ayuda.
Sentirse preocupado, irritable y mal de ánimos en el tiempo tan complejo que nos ha tocado vivir es normal. Es un tiempo en el que hemos tenido que vivir pérdidas personales, duelos, restricciones sociales y confinamientos, dificultades económicas sobrevenidas o miedo al contagio propio o de nuestras personas allegadas. Se trata, sin duda, de factores estresantes en nuestra vida diaria.
No confundir la tristeza con la depresión
Es importante no confundir la tristeza o la ansiedad, con la depresión. Las variaciones habituales del estado de ánimo y las respuestas emocionales a los problemas cotidianos son normales.
La depresión es mucho más que sentirse triste o tener días malos. La depresión es un proceso que afecta globalmente a la persona. Las personas con depresión manifiestan tristeza patológica, apatía y pérdida de interés. Ocasiona una importante repercusión en la persona afectada y su entorno, especialmente cuando se cronifica y es de intensidad moderada o grave.
Existen diversos factores considerados de riesgo para sufrir depresión:
- Tiene más prevalencia entre las mujeres.
- Es más habitual en personas de entre 18 a 44 años
- Es más frecuente en personas con un estado civil de soltería, separación o divorcio.
- El consumo de sustancias tóxicas son un factor de riesgo
- Padecer otros trastornos mentales
- Vivir situaciones estresantes crónicas
- Vivencias traumáticas durante la infancia.
- Falta de recursos económicos y apoyo familiar
Debemos estar muy atentos a posibles síntomas de alarma relacionados con los cuadros depresivos y pedir ayuda. La mayoría de veces los cuadros depresivos se tratan a nivel ambulatorio y sólo un pequeño porcentaje de personas necesita un ingreso hospitalario por la gravedad del cuadro.
¿Cómo saber si tengo una depresión?
Hay diversos factores que nos pueden indicar que se está sufriendo una depresión. Son señales que nos pueden ayudar a diferenciarla de otros estados anímicos comunes y ayudarnos a tomar la decisión de pedir ayuda a nuestro centro de salud de referencia.
Los síntomas de depresión incluyen:
- Tristeza inusual y persistente. Tendencia al llanto.
- Pensamiento enlentecido.
- Déficits de atención, memoria y concentración.
- Pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta y tendencia a encamarse.
- Incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas.
- Cansancio excesivo.
- Cambios en el apetito (comer más o menos de lo habitual).
- Cambios en los patrones de sueño (dormir más o menos de lo normal).
- Ansiedad.
- Sentimientos de culpa y minusvalía.
- Desesperanza.
- Inhibición psicomotriz.
- Pensamientos de muerte o intentos de suicidio.
¿Qué puedo hacer si tengo una depresión?
- Comparte cómo te sientes con tu entorno de confianza.
- Intenta mantener las actividades habituales que te gustan.
- Mantén el contacto con familiares y amigos.
- Haz ejercicio de manera regular.
- Tolera la incertidumbre y la ambigüedad. Estos son tiempos inciertos.
- Mantén un sentido de perspectiva. Esta situación no durará para siempre.
- Haz planes.
- Plantéate nuevos objetivos realistas en consonancia con las circunstancias actuales.
- Reflexiona cada día sobre las cosas positivas que te han sucedido.
- Sé agradecido.
- Cuida tu alimentación.
- Duerme las horas necesarias.
- Evita el consumo de tóxicos.
- No te automediques.
- Acepta que puedes tener un problema de salud mental.
- Si tienes pensamientos suicidas, pida ayuda de manera inmediata.
- Solicita ayuda profesional.
Velar por nuestro propio bienestar mental es muy importante para nosotros mismos y las personas que nos rodean, especialmente en el complejo escenario de pandemia en el que estamos inmersos. Es por ello que debemos prestarle la atención necesaria y buscar ayuda profesional si se precisa.
Si tienes pensamientos suicidas, pide ayuda:
También puedes comunicarte con los servicios de emergencia locales de tu zona de residencia.
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024
Línea de atención a la conducta suicida -
061
Salut Respon -
900 925 555
Teléfono de prevención del suicidio de Barcelona