¿Qué prevalencia de problemas de salud mental tiene la población migrada?
«En estos 25 años que llevamos de trayectoria, el perfil de persona que atendemos ha cambiado mucho. Al inicio, el perfil más común era el de un hombre magrebí que venía solo, con perspectiva de inserción laboral y que, con el tiempo, hacía reagrupación familiar. Ahora hemos pasado a una migración mucho más diversa en cuanto a países de origen, donde predominan las personas que hacen solicitud de asilo y con unas condiciones socioeconómicas que han ido empeorando.
El sufrimiento mental puede desarrollarse por diferentes factores:
- Factores premigratorios, que ya tenían en su país de origen: exposición a violencia, guerra, precariedad, etc.
- Situaciones sufridas durante el viaje migratorio: traumas vinculados a las condiciones del viaje, a la muerte, a la trata de personas, por ejemplo.
- Factores postmigratorios: acceso a la documentación necesaria para residir y trabajar, aislamiento, dificultades con el idioma, precariedad y sinhogarismo.
Aunque seas una persona con recursos personales, todos estos factores acaban quebrando la salud mental de cualquiera. Habitualmente nos encontramos con trastornos adaptativos, trastornos de estrés postraumático o psicosis.
Sobre los aspectos premigratorios y todo lo que envuelve al viaje, es difícil actuar si no es en un clave supranacional, pero en las condiciones en las que recibimos a estas personas sí se puede trabajar mejor. Por ejemplo, los menores migrantes tutelados por la Direcció General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència (DGAIA), cuando llegaban a los 18 años tenían permiso de residencia, pero no permiso de trabajo. Esto ha cambiado en la última reforma de la Ley de Extranjería. Esta mejora, nosotros ya lo hemos percibido en nuestros usuarios, vienen más relajados y contentos ante la perspectiva de tener la posibilidad de trabajar.
Está claro que las herramientas para cambiar la situación no son solo del ámbito de la salud, sino que implica aspectos legales, sociales, económicos… ».