¿Cómo facilitar la vuelta a la escuela después de un episodio psicótico?
Cuando un niño o un joven ha tenido un brote psicótico y su asistencia en el centro educativo se ha visto interrumpida por el momento agudo del trastorno, la propuesta de reincorporación a menudo se vive como un reto tanto para el alumno y su familia como para el mismo centro. Un acompañamiento respetuoso por parte de todos los agentes implicados será clave para el éxito de este nuevo camino en el que el alumno debe ser el centro.
La edad de inicio del trastorno, la duración del episodio, el tratamiento farmacológico y el nivel cognitivo previo al debut, entre otros aspectos, determinarán el impacto en el rendimiento cognitivo del alumno. Así pues, desde el marco educativo, se tendrá que emprender el aprendizaje en entornos flexibles, con opciones variadas y respuestas ajustadas a las necesidades del alumnado. No debemos olvidar que no todo se reduce al posible deterioro cognitivo.
Es necesario que el centro educativo ponga a su alcance algunos factores protectores individuales, como por ejemplo:
- Tener una persona de referencia y confianza (co-tutor).
- Disponer de un espacio al que acudir en momentos de crisis.
- Anticipar cambios curriculares significativos.
- Hacer propuestas de adaptaciones de horario.
- Garantizar un seguimiento tutorial frecuente.
- Ofrecer reducción o adaptación de contenidos curriculares.
- Revisar la planificación de los grupos.
- Modificar la manera de evaluar.
- Potenciar el trabajo individual y en grupos pequeños.