Cuidar a los hermanos de una persona con psicosis

Cuando un niño o un adolescente tiene un trastorno psicótico, el impacto es importante para toda la familia, no solo emocionalmente, sino también en aspectos de tipo organizativo, laboral, económico, lúdico... Y entre todos los miembros de la familia, los hermanos y las hermanas de la persona afectada son especialmente vulnerables, por el vínculo que acostumbran a tener y  porque, a menudo, todavía se encuentran en un proceso de maduración personal. Por eso, es esencial cuidar de ellos y darles el apoyo adecuado para que puedan afrontar el trastorno de manera más efectiva.

La falta de conocimiento sobre la psicosis, y sobre cómo afectará en la dinámica familiar, y el estigma asociado a este trastorno hacen que, habitualmente, se aparte a los hermanos del proceso y que no se sepa cómo incluirlos. Esto lleva a evitar hablar sobre la situación con ellos, con la intención de protegerlos, y puede hacer que se sientan desplazados u olvidados en medio de esta situación desafiante, creando un vacío comunicativo que puede ser perjudicial para todos.

A menudo se excluye los hermanos de todo el proceso, por falta de conocimiento del trastorno, y se evita hablar sobre la situación con ellos, pensando que así se les protege. Pero no es así.

Además, en ciertas ocasiones, esta situación puede generar una actitud de resentimiento hacia la persona que tiene psicosis, puesto que buena parte de la atención y los recursos seguramente se destinan a ella. Por lo tanto, a pesar de que se intente mantener a los hermanos al margen, a menudo pensando que no se darán cuenta de lo que está pasando, pasa totalmente lo contrario, y no incluirlos puede ser contraproducente.

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Recomendaciones para acompañar a los hermanos de un niño o adolescente con psicosis

Os dejamos algunas recomendaciones que os pueden ayudar a incluir a los hermanos en el proceso familiar de adaptación y acompañamiento de vuestro hijo o hija con psicosis, cuidando su bienestar y reforzando las relaciones familiares.

• Dales toda la información para que puedan comprender la psicosis. Hazlo de manera gradual, según sus necesidades, y anímalos a hacer muchas preguntas, para saber hasta qué punto comprenden o no lo que está pasando. Cuanto más sepan, más fácil será gestionar la situación. Recuerda responder a sus preguntas con información veraz y adaptándolas a sus capacidades de comprensión, adaptando tu lenguaje a su nivel de desarrollo. Si tienes dificultades o dudas sobre hasta qué punto puede llegar a entender qué está pasando, pide ayuda a profesionales de la salud o busca material específico para su edad.
• Escucha y valida sus sentimientos. Pueden sentir una amplia gama de emociones, como por ejemplo confusión, miedo, tristeza o frustración, e, incluso, una sensación de responsabilidad. Anímalos a hablar sobre sus sentimientos y experiencias y valida sus emociones. Escuchar con empatía es esencial.
• Fomenta la comunicación abierta. Promueve un entorno donde se sientan cómodos para compartir sus preocupaciones y pensamientos. La comunicación abierta puede ayudar a fortalecer los vínculos familiares.
• Establece rutinas y normalidad. En determinados momentos pueden sentirse desorientados. Establece rutinas claras y asegúrate de mantener un sentido de normalidad tanto como sea posible. Esto puede ayudarles a tener más estabilidad emocional.
• Fomenta el autocuidado. Recuérdales la importancia de cuidar de ellos mismos. El cuidado personal, como por ejemplo el descanso, la alimentación adecuada y el ejercicio, es crucial para mantener la fortaleza emocional.
• Ofréceles apoyo emocional. Estate disponible cuando lo necesiten y escucha sus preocupaciones. A veces, solo necesitan a alguien que les escuche.
• Anímalos a buscar apoyo externo. A veces, hablar con alguien ajeno a la familia puede ser beneficioso. Fomenta que busquen apoyo también fuera de casa (amistades, grupos de apoyo o terapeutas), si sienten que lo necesitan.
• Promueve la paciencia y la comprensión. La recuperación de la persona con psicosis puede ser un proceso largo y desafiante. Anímalos a ser pacientes y comprensivos durante el camino.
• Involúcralos en el proceso de tratamiento. Cuando sea apropiado, explícales qué está pasando, qué tratamiento se está llevando a cabo y como pueden ser parte del apoyo continuo.
• Busca espacios para disfrutar con familia. Buscad espacios para disfrutar toda la familia, pero también, si hace falta, encuentra momentos a solas con los hermanos no afectados por la psicosis. Mantener un vínculo fuerte con los padres y madres es esencial, y buscar tiempo a solas con ellos les hará sentir que sus preocupaciones y problemas también son importantes. Es necesario que puedan disfrutar de la vida como cualquier otro niño en un entorno diferente, participando en actividades tal como hacían antes (viajes, excursiones, colonias con la escuela, salidas), puesto que esto puede contribuir a su bienestar y normalizar su experiencia.

El papel de los hermanos es crucial en el proceso de recuperación de un niño o adolescente con psicosis. Acompañarlos, escucharles y ofrecerles recursos puede facilitar un entorno beneficioso para la resiliencia y la recuperación. Juntos, como familia, podéis afrontar este desafío y crecer más fuertes.

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