El duelo en tiempos de pandemia

Cerca de 1.8 millones de personas en todo el mundo han fallecido a causa de la COVID-19, más de 50 mil en España.  Las circunstancias que rodean esta enfermedad han sido especialmente duras para las familias y personas afectadas, especialmente en la primera ola que tuvo lugar en la primavera de 2020. El aislamiento, la soledad, no tener la posibilidad de despedirse de los seres queridos ha sido una dura prueba para toda la sociedad.

Sobre esta cuestión, diversos expertos nos han aportado sus reflexiones y pensamientos que pueden ayudar a muchas personas a sobrellevar un duelo que, sin duda, ha sido muy diferente al que estamos acostumbrados.

Estas reflexiones sobre el duelo y la necesidad de despedirse de los seres queridos están recogidas en el encuentro digital «El derecho a despedirse», moderado por la Dra. Montserrat Esquerda, directora del Instituto Borja de Bioética y doctora en Pediatría. Este encuentro online cuenta con las aportaciones de expertos con Juan Pedro Arbizu, responsable del Área de Psicología del Hospital San Juan de Dios Pamplona; José Burillo, médico adjunto del Servicio de Medicina Interna del Parc Sanitari Sant Joan de Déu y el Dr. Sabel Gabaldón, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. El encuentro contó también con la participación en vídeo de Josep Antoni Boix, responsable del Servicio de Atención Espiritual y Religiosa del Parc Sanitari Sant Joan de Déu.

El encuentro digital se inició con las reflexiones de la Dra. Esquerda sobre el vínculo ontológico (en referencia a la rama de la filosofía metafísica que estudia la naturaleza del ser en cuanto ser) entre los términos cuidar y curar, reflexionando sobre cómo a veces no es posible curar, pero esto jamás debería hacernos olvidar el deber de cuidar.

Por otro lado, Juan Pedro Arbizu, reivindicó la necesidad de los rituales de despedida e invitó a ser creativos cuando las formas tradicionales no son posibles, por ejemplo, debido a las restricciones de la COVID-19. Igualmente, quiso poner en valor que las personas que fallecían en los hospitales, al contrario de lo que se decía popularmente, no morían solos, al estar acompañados en la mayoría de casos por los propios profesionales cuando no era posible la compañía de la familia. Por este motivo, Arbizu también puso énfasis en la necesidad de contar con profesionales que cuenten con competencias en valores, no sólo técnicas.

José Burillo quiso compartir los tres elementos que más impactaron en sus compañeros profesionales en los primeros momentos de la pandemia:

• La impotencia por el desconocimiento del propio virus y contar con los recursos adecuados para atender a las personas afectadas.
• La soledad, no sólo de las personas con COVID-19 sino también de los que quedaban aislados en el hospital por la propia situación de confinamiento.
• La comunicación de la mala noticia y el tener que hacerlo por teléfono, perdiéndose la fuerza del acompañamiento presencial.  

Por otro lado, destaca como aprendizajes la humildad frente a la enfermedad y la esperanza de saber que todo el esfuerzo dará sus frutos en algún momento.

El Dr. Sabel Gabaldón profundizó en la idea de que todas las personas dependen de los demás, que somos seres convivientes y conmurientes, una realidad que la pandemia de la COVID-19 ha puesto especialmente de relieve. Para ilustrar esta idea, el Dr. Gabaldón recuerda un poema del siglo XVI, de John Donne, que sigue siendo vigente.

Puedes ver el encuentro digital completo en «El derecho a despedirse».

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