La decisión de que un adolescente con TCA pueda irse unos días con el instituto para hacer actividades deportivas depende de la situación particular de la persona. Lo más recomendable es valorar la situación con el equipo de profesionales que lo atienden.

El índice de masa corporal puede ser uno de los factores que hay que tener en cuenta, puesto que por debajo de según qué valores no se recomienda hacer una actividad física de según qué intensidad. Ahora bien, también se deben tener en cuenta otros aspectos, como por ejemplo el estado nutricional, psicológico y de socialización de la persona, si utiliza la práctica deportiva como ejercicio compensatorio, la conciencia que tiene sobre el trastorno, si dispone de estrategias de regulación emocional, si puede o no hacer ingestas de manera autónoma, etc. 

Es decir, se trata de una decisión individualizada que conviene tomar por parte de los diferentes agentes que intervienen en el caso y teniendo en cuenta la valoración del equipo terapéutico. En los casos de más desregulación emocional, desnutrición y infrapeso, muy posiblemente, el equipo de profesionales desaconseje este tipo de actividades.

Algunas recomendaciones para las familias y el equipo docente son: 

• Tomar la decisión teniendo en cuenta la valoración del equipo terapéutico. 
• Adaptar la actividad a la situación del adolescente (tipo de deporte, intensidad y grado de exposición corporal).
• Valorar los aspectos positivos que puede comportar realizar este tipo de actividad.
• Supervisar siempre la actividad deportiva.
• Fomentar que la actividad física sea vista como un espacio de ocio y salud, no como una manera de esculpir el cuerpo.
• Velar para que el espacio donde se lleve a cabo esta práctica deportiva sea un entorno seguro donde no se hagan comentarios sobre el peso o la imagen corporal. Puede ser interesante hacer un trabajo de sensibilización previo con el resto de alumnado, a quienes también les beneficiará.