¿Cómo podemos ayudar a una persona con autismo en su puesto de trabajo?
Cada persona será diferente y se tendrá que evaluar cada situación. Por ejemplo, se pueden establecer distintos apoyos a nivel de organización de las tareas, si detectamos que la persona precisa apoyo a nivel de las funciones ejecutivas (un Excel con las prioridades del día…). Si el entorno sensorial no es el adecuado para la persona se podrán hacer modificaciones del propio puesto de trabajo (modulador de la luz…) o facilitar ayudas técnicas a la persona (cascos antirruido…). Lo recomendable es evaluar la situación junto con la persona y establecer estos apoyos necesarios e irlos revisando en el tiempo.
Además de la posible independencia - porque tener un trabajo no significa necesariamente ser independiente económicamente - tener trabajo facilita tener una rutina diaria para sentirnos útiles.
Lo ideal es que esté adaptado a sus posibilidades y características. Una vía para la adaptación son los apoyos. Los compañeros y compañeras, y el equipo directivo tienen un papel muy relevante en el día a día laboral. A menudo, recibir un diagnóstico y tener un certificado de discapacidad, empuja a las personas con TEA hacia trabajos para personas con discapacidad. Faltan apoyos en la inserción laboral y este hecho redunda en una reducción de la integración real.