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TOC, un trastorno que causa un gran sufrimiento

Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo, causas de su aparición y tratamiento
Marta Carulla-Roig

Marta Carulla-Roig

Psiquiatra infantil y juvenil. Área Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
María del Pino Alonso Ortega

María del Pino Alonso Ortega

Psiquiatra. Unidad de Trastornos Obsesivo-Compulsivos. Servicio de Psiquiatría
Hospital Universitari de Bellvitge
Qué es el TOC

Resumen

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se manifiesta a través de obsesiones y compulsiones que causan malestar emocional y afectan la funcionalidad de quien lo padece. Algunos factores desencadenantes de TOC pueden ser las infecciones, los cambios hormonales y las situaciones estresantes. Los rituales prolongados pueden generar falsas creencias que agravan el trastorno. Existen tratamientos efectivos tanto psicológicos como farmacológicos, y el diagnóstico precoz mejora el pronóstico, siendo especialmente favorable en los casos de inicio en la infancia.
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El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno que se caracteriza por la presencia de dos fenómenos relacionados entre sí: obsesiones y compulsiones

Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes intrusivas, repetitivas e indeseadas que generan un malestar significativo. Las compulsiones son comportamientos, tanto motores (que pueden ser observados por otras personas) como mentales (que se llevan a cabo en el interior de la mente y no son observables), que suelen ser repetitivos y que la persona realiza para reducir el malestar que le generan las obsesiones o evitar que le ocurra algún daño a ella o a los demás (con frecuencia sus seres queridos). En otras ocasiones, las personas con TOC tienen que llevar a cabo acciones de forma rígida y estereotipada, siguiendo unas reglas autoimpuestas (hacer las cosas en un cierto orden o un determinado número de veces), hasta que tienen la sensación de que son «correctas».

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Vivir con un trastorno obsesivo-compulsivo

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Es importante tener en cuenta que tener TOC no es «ser maniático». Todos podemos tener pensamientos intrusos ocasionales, hábitos o reglas autoimpuestas, pero no nos causan un malestar significativo si no las mantenemos, no nos ocupan más de una hora al día, ni se repiten a diario. En cambio, en la persona con TOC, los pensamientos, imágenes o impulsos, y los rituales asociados, son muy frecuentes, ocupan gran cantidad de tiempo en su vida, se acompañan de emociones negativas intensas (miedo, asco, culpa, etc.) y dificultan que pueda adaptarse y ser funcional en diversos ámbitos de su vida (estudios, trabajo, familia, amigos, etc.). 

Maria dels Àngels Giralt

Maria dels Àngels Giralt Ruiz

Presidenta
Associació TOC Catalunya

Las obsesiones y compulsiones más frecuentes en adultos son:

OBSESIONES

COMPULSIONES

Contaminación

Lavarse

Dañarse a sí mismo o a otros

Repetir, comprobar acumular

Agresivas

Comprobar, preguntar

Escrúpulo/religiosidad

Rezar, contar, repetir

Pensamientos “prohibidos”

Preguntar, tocar, comprobar

Simetría

Ordenar y comprobar, almacenar

¿Hay alguna causa en el desarrollo de un TOC?

Los estudios demuestran que en aproximadamente el 35% de las personas que tienen un TOC, el inicio de los síntomas se relaciona con algunos factores desencadenantes. Estos factores pueden ser tanto físicos (algunas infecciones, factores hormonales, consumo de sustancias) como situaciones vitales que comporten cambios (tanto positivos como negativos para la persona).

En relación a elementos físicos, se ha observado el inicio de sintomatología obsesiva brusca asociada a otros componentes neuropsiquiátricos como tics y alteración de conducta en niños y adolescentes, tras una infección o un proceso inflamatorio. Este tipo de procesos son formas minoritarias y se conocen como PANS (enfermedades neuropsiquiátricas pediátricas de inicio agudo). En esos casos, para defenderse de las bacterias, o bien debido a una respuesta inmune alterada, el cuerpo genera unos anticuerpos que atacarían a algunas áreas del cerebro (ganglios de la base), produciendo la aparición o el empeoramiento de los síntomas obsesivos o los tics.  

Los pensamientos, imágenes o impulsos y los rituales asociados ocupan mucho tiempo en la vida de la persona, se acompañan de emociones negativas intensas y dificultan que sea funcional en diversos ámbitos de su vida

Sabemos también que los cambios hormonales pueden afectar a la aparición y curso del TOC. Es frecuente que en las niñas con síntomas obsesivos el inicio del trastorno se produzca en el año en que se inicia la menarquia, la primera regla. Es también relativamente frecuente que algunas mujeres inicien sus síntomas obsesivos durante el embarazo o especialmente en el postparto o que sufran empeoramiento de los síntomas durante las distintas fases del ciclo menstrual (ovulación, regla). En estos casos, si los síntomas empeoran mucho durante la menstruación, se puede intentar regular los ciclos con anticonceptivos orales y será también especialmente importante estar pendientes de la evolución del TOC si la mujer se queda embarazada.

TOC perinatal

El trastorno obsesivo compulsivo en la etapa perinatal

Finalmente, algunas personas describen el inicio de la clínica obsesiva tras consumir algunas drogas como cannabis o cocaína. En estos casos es fundamental recomendar la abstinencia absoluta de tóxicos.

En relación a los cambios en el ambiente, sabemos que en algunas ocasiones el TOC puede aparecer tras algunas situaciones traumáticas (vivencias y estresores vitales que han afectado de forma traumática, situaciones de abuso, bullying, muerte inesperada de seres queridos, duelo, etc.) y también en situaciones que supongan un cambio para la persona, especialmente si comportan un incremento en su percepción de responsabilidad (el inicio de nuevos estudios, un nuevo trabajo, independizarse de la familia de origen, iniciar una relación de pareja, etc.). Aquellas personas que asocian el inicio de su TOC con algunos estresores ambientales suelen ser de edad algo más avanzada y tienen menos historia familiar de TOC que aquellos con inicio más «espontáneo».

¿El TOC se puede curar?

Actualmente disponemos de tratamientos, tanto psicológicos como farmacológicos, muy efectivos para tratar el TOC, que permiten reducir los síntomas e incluso que estos desaparezcan de forma completa, y facilitan que las personas afectadas no tengan tantas limitaciones y que su calidad de vida mejore considerablemente. 

Este buen pronóstico es especialmente claro en las formas de inicio infantil del TOC. Más de la mitad de los niños y niñas que son diagnosticados de TOC en la infancia, no presentarán síntomas obsesivos cuando lleguen a la vida adulta. Estas formas infantiles de TOC de especial buen pronóstico se acompañan muchas veces de otros trastornos del neurodesarrollo como los tics o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Cuando la persona lleva muchos años haciendo rituales de forma continuada puede desarrollar ideas distorsionadas, como por ejemplo que a sus seres queridos no les pasa nada malo gracias a ello.

Un aspecto fundamental para incrementar al máximo las posibilidades de respuesta al tratamiento en el TOC es tratar de iniciarlo lo antes posible, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz. Esto, a menudo, no es sencillo, porque las personas tienden a ocultar sus síntomas por vergüenza, porqué creen que deberían ser capaces de controlarlos por sí mismos o incluso porqué desconocen que sus síntomas constituyen un trastorno. Algunos estudios describen que, en muchas ocasiones, transcurren entre cinco y diez años desde que se inician las obsesiones y rituales hasta que se establece el diagnóstico de TOC.

Carmen Jiménez

Carmen Jiménez

Madre de una persona con TOC
Associació TOC Catalunya

Llevar a cabo rituales de forma continuada durante muchos años conlleva que la persona desarrolle ideas distorsionadas que empeoran el trastorno. La persona cree, por ejemplo, que nada malo les ha sucedido a sus seres queridos porqué él o ella han llevado a cabo sus rituales, o que no se han contagiado de una enfermedad porque se han lavado las manos reiteradamente, cuando en realidad en ambos casos, nada terrible ha sucedido porqué las obsesiones no representan riesgos reales si no amenazas imaginadas.

Por ese motivo es importante iniciar lo antes posible un tratamiento psicológico cognitivo-conductual cuando aparece el TOC, que, por un lado, ayude a la persona a interrumpir los rituales (lo que conocemos como exposición con prevención de respuesta), evitando así las falsas confirmaciones de los miedos obsesivos, y, por otro, detecte y modifique las posibles creencias distorsionadas que suelen acompañar al TOC. Entre éstas destacan la fusión pensamiento-acción (la creencia de que simplemente por pensar algo incrementamos la posibilidad de que ese algo suceda), la sobreestimación del riesgo y la intolerancia a la incertidumbre (si no tengo certeza de seguridad, significa que existe peligro) o el perfeccionismo (existe una única forma perfecta y deseable de hacer las cosas).