La actividad física nos protege de tener depresión y ansiedad, y disminuye la sintomatología cuando estos problemas ya han aparecido. Las personas con un problema de salud mental verán también como mejora su percepción subjetiva de salud, su motivación, autocontrol y autonomía. ¿Por qué? No solo por cómo el ejercicio impacta y modifica nuestro cerebro, sino también porque nos permite disfrutar, socializar y mejorar nuestra autoestima.