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12 aprendizajes de personas con TCA de larga evolución

Dudas y miedos a superar cuando el trastorno dura años
José Miquel Ortiz Moreno
José Miguel Ortiz Moreno
Enfermero especialista en salud mental. Experto en trastornos de la conducta alimentaria. Hospitalización Psiquiátrica
Parc Sanitari Sant Joan de Déu
Sònia Sarro Álvarez
Dra. Sonia Sarró Álvarez
Doctora en Medicina. Psiquiatra especializada en trastornos de la conducta alimentaria. Área de Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Aprendizajes tca

Una de las preguntas recurrentes cuando hablamos de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) es cuánto tiempo va a durar. Los datos de recuperación pueden ser muy variables, pero la mayoría de las personas se recuperan plenamente. Sin embargo, hay alrededor de un 20% de personas que conviven con el trastorno más de siete años, momento en que la mayoría de expertos considera que estamos ante un TCA de larga evolución.

La recuperación en el caso del TCA suele durar meses y la remisión completa fácilmente puede necesitar un par de años, puesto que además de resolverse el síntoma alimentario deben abordarse los factores psicológicos, de personalidad y del entorno que lo han propiciado, lo cual lleva tiempo.

La permanencia del trastorno hace más difícil la recuperación, aunque no imposible. Incluso pueden darse casos de remisión tras 10 o 15 años. Es importante, sin embargo, entender que un mayor tiempo de evolución constituye un factor de pronóstico negativo.

Cuando el TCA se alarga años, lo habitual es tener que convivir con los síntomas. Y es entonces cuando las preocupaciones y miedos respecto al futuro y si se conseguirá la recuperación invaden a la persona.

Hemos hablado con personas que tienen un trastorno de la conducta alimentaria de larga evolución y estos son los 12 aprendizajes que nos han compartido:

¿Cómo puedo continuar sin perder mi identidad pese a las crisis y conflictos?

Ten en mente lo que te definía, lo que te gustaba de ti antes de tener el trastorno. Lucha por ello, por recuperarlo. Explora qué cosas actualmente, a pesar del TCA, te hacen sentir individual y especial. Lucha por descubrirlas y mantenerlas. No olvides que, antes del TCA, ya eras una persona valiosa para los que te quieren. Intenta recuperar y buscar qué hay en ti de valioso, o sencillamente qué te gustaba de cómo eras antes del TCA. En este campo ayuda mucho el autoconocimiento, al que la terapia puede contribuir en gran manera.

Cuando llegamos a cierta edad, ¿Cómo gestionamos lo que se supone que debemos hacer según los cánones de la sociedad?

La sociedad, como cualquier grupo, se basa en costumbres de una mayoría, pero hay infinitas variaciones de estilos de vida que se apartan de la corriente general. No confundas lo que está de moda con lo que es válido o no según tus propias creencias. Intenta cultivar una personalidad un poco menos sometida a la presión social, las opiniones de terceros y la autoexigencia propia por querer gustar a todos.

¿Cómo puedo hacer para dejar de lado el pensamiento recurrente intrusivo del TCA y conectar con el presente? ¿Cómo vivir el día a día, ser independiente y asumir las responsabilidades como persona adulta?

Si puedes, mantén algún espacio de tu vida libre, donde no dejes que el síntoma interfiera. Para ello ayuda hacer cosas que te gusten, quedar con amistades o con compañeros de estudios o del trabajo. No te cierres a saber de ellos de vez en cuando y ver cómo crecen y se desarrollan, aunque tú no puedas hacerlo al mismo ritmo. No te aísles de quienes te aprecian. En caso de que los pensamientos recurrentes sean muy fuertes, consulta con tu profesional de referencia.

¿Cómo tener un pensamiento positivo de mis avances? ¿Cómo aprender a cuidarme y valorarme, creerme que yo también me merezco estar mejor?

Trabaja tu autoestima. Las personas de tu entorno, incluidos los equipos terapéuticos, pueden ayudarte a reconocer y potenciar tus cualidades y aspectos por los que eres una persona querida y apreciada. Identifica y valora los esfuerzos que haces en el día a día para llevarlo adelante a pesar del sufrimiento y la obsesión. Las «imperfecciones» son en realidad aquello que nos hace únicos y originales, debemos abrazarlas y apreciarlas, y saber decirse a nosotros mismos que «somos suficiente».

¿Cómo puedo llevar adelante mi proyecto de futuro si tengo tantos miedos?

En el proceso de desarrollar tu proyecto de vida pueden asaltarte muchos miedos. ¿seré capaz? ¿puedo ser útil y que me valoren? ¿Podré mejorar mis habilidades sociales, laborales y domésticas? Tus miedos y dudas no son muy diferentes a las del resto de la población. Es importante estudiar o trabajar en algo que te motive e ilusione, pues así funcionarás mejor.

Las personas con TCA suelen minusvalorar las cosas que hacen bien. Tienes que ser consciente de cuáles son estas cosas y no obsesionarte por si será “suficientemente” bien. Piensa en un dibujo hecho por un niño pequeño, puede ser torpe pero no por ello menos valioso. No te rindas si falla un trabajo o un examen. Muchas personas no encuentran la pareja, los estudios o el trabajo de su vida a la primera, y algunas veces uno tiene que replantearse si el camino que ha escogido es realmente el adecuado según gustos y capacidades. Ajusta las expectativas al momento presente, siendo realista. Si ves que a causa del problema alimentario tu capacidad de concentración falla, o tus impulsos te impiden mantener un buen funcionamiento, busca una actividad más simple que sientas que puedes realizar. Reconoce tus miedos y habla de ellos.

¿Cómo adecuar mis expectativas sobre mí mismo y mi realidad?

Sobre este aspecto ayuda mucho el acompañamiento terapéutico, porque te da un espacio donde expresar miedos, preocupaciones y pensamientos sin que tengas que reprimirlos, y así puedes trabajarlos. Aunque es bueno tener sueños y esperanzas, también ayuda ser realista y contrastar las expectativas sobre nosotros mismos con los logros conseguidos o no. Y pensar, con ayuda, por qué no los conseguimos cuando así ocurre, qué no funciona.

¿Cómo mantener las amistades y forjar otras nuevas? ¿Cómo gestionar el miedo a la soledad y la preocupación por la familia?

Es importante que puedas hablar, estar en compañía, evitar la soledad y el aislamiento. Cuando estás en una fase en la que tienes pensamientos negativos sobre ti mismo, es importante no estar solo, aunque no tengas muchas ganas de relacionarte.  Es bueno abrirse a otras personas, a otras conversaciones, salir de uno mismo. Queda al menos una vez al mes con amistades y con tu familia. Trata de verlos cada cierto tiempo, un mínimo. No os centréis en los desacuerdos y puntos de conflicto. Buscad disfrutar de la mutua compañía, compartir. No te castigues aún más apartándolos de ti.

¿Cómo construir nuevos objetivos y mantener la sensación de control?

Ayuda marcarse pequeños objetivos que veas que puedes conseguir. Si los escoges, mantienes el control en cierta medida. Por ejemplo, ir a un concierto, comprar un libro, arreglar algo. Nada demasiado complicado, pero que genere sensación de logro. Crea una rutina básica en algún ámbito (ej. tiempo de estudio, organización del día o de tu casa) en la que irte apoyando. Te servirá de base sobre la que puedas construir. Aprende y practica algún método de relajación y evita el consumo de tóxicos.

¿Cómo ganar seguridad para iniciar retos?

Es más importante atreverse a empezar por algún objetivo sencillo, o a romper algún esquema de comportamiento, que sentirse seguro al hacerlo. La seguridad vendrá con el tiempo, con la práctica. Es de la inseguridad e incomodidad que surge el deseo de cambio. Empieza por atreverte con algo que te cueste, pero no te suponga mucha dificultad.

Vivir nuevas experiencias es un factor muy beneficioso. Son un reto, pero luego los resultados te pueden sorprender; igual te encanta y repites. Puedes experimentar sensaciones nuevas a través de viajes, actividades de ocio, probar comidas nuevas o exóticas... Aparecerá la culpa, pero cuenta con ello como si fuera una maleta pesada con la que de momento debes viajar.

Por ejemplo, una persona con TCA de muy larga evolución empezó a cambiar su forma de alimentarse comiendo exactamente lo mismo, pero permitiéndose comerlo caliente. Sobre este logro apoyó otros, y muy lentamente fue ganando libertad. Y la sensación es maravillosa. También en los casos en los que hay atracones: el hecho de introducir en ellos algún cambio, por pequeño que sea, ayuda a reducir la sensación de descontrol. Lo importante es empezar y, en caso de no poder hacerlo por uno mismo, pedir ayuda profesional.

¿Me pueden quedar secuelas físicas y mentales? ¿Cómo evitarlas?

La mayoría de consecuencias corporales de los trastornos alimentarios y muchas mentales pueden recuperarse, aunque no siempre todas; algunas pueden no revertir. Y esto es importante no ignorarlo. La falta de menstruación prolongada puede descalcificar los huesos y dejarlos más frágiles a pesar de la recuperación del peso; también la fertilidad puede verse afectada. Y si un estado de desnutrición y bajo peso extremo se mantiene mucho tiempo, existe la posibilidad de que deje secuelas mentales en algún caso, como atrofia cerebral. Los vómitos persistentes pueden producir úlceras esofágicas, hernia del estómago o mala digestión. Y los atracones pueden derivar en obesidad y sus complicaciones (sobrecarga articular, hipertensión, diabetes, síndrome metabólico).

La forma de evitar las secuelas del TCA es teniendo conocimiento sobre ellas y buscando ayuda profesional para poder recibir el tratamiento adecuado.

¿Cómo manejar los sentimientos negativos y errores sin caer en el hábito de utilizar el síntoma del TCA?

Este es uno de los retos más difíciles a enfrentar. El TCA intentará mantenerse porque recurrir al síntoma alimentario da una falsa seguridad. Esto incluye movimiento compensatorio, comprobación continuada del cuerpo, restricción alimentaria, etc. Da una falsa seguridad porque alivia momentáneamente, pero en realidad atrapa cada vez más.

Da miedo dejar el síntoma y reencontrar las inseguridades previas. Pero no por ello dejan de estar ahí. Debes contar con este funcionamiento en lugar de ignorarlo, y buscar la forma de resquebrajarlo por algún lado, como si tuvieras que derribar una pared alta y compacta y buscaras grietas. No abandones los intentos, y si no lo consigues busca ayuda profesional. Si logras confiar a pesar del miedo y ceder una parte del control, se abrirá una puerta. ¿Qué puede ayudarte en el día a día? Ayuda sentirse acompañado. Ayuda contar con familia y amistades para lo que te puedas permitir a pesar del síntoma. Ayuda tener profesionales especializados en el tratamiento de los TCA a tu lado, que te orienten cuando te asalten las dudas (nutricionales y psicológicas), haciéndose cargo del seguimiento del peso y estado físico. Normalmente, las personas con TCA de larga evolución ya lo han intentado por su cuenta infinidad de veces solas, sin resultado.

Y finalmente, ¿Cómo no tirar la toalla?

Recogiéndola de nuevo. Pensando en lo que puedes perder de bueno y en cómo tu vida puede llegar a cambiar si consigues librarte del TCA. Puede ser tópico decirlo, pero en cada recaída hay un aprendizaje que nos hace más fuertes. Y si lo conseguí una vez, puedo otra, y otra más si es necesario, y cuantas hagan falta.

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 7 de Junio de 2023
Última modificación: 7 de Junio de 2023
José Miquel Ortiz Moreno

José Miguel Ortiz Moreno

Enfermero especialista en salud mental. Experto en trastornos de la conducta alimentaria. Hospitalización Psiquiátrica
Parc Sanitari Sant Joan de Déu
Sònia Sarro Álvarez

Dra. Sonia Sarró Álvarez

Doctora en Medicina. Psiquiatra especializada en trastornos de la conducta alimentaria. Área de Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona