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¿Puedo trabajar si tengo un TCA?

Factores a valorar para que el empleo sea beneficioso
Ana Samaniego Martínez
Ana Samaniego Martínez
Trabajadora social. Área de Salud Mental.
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Jordi Mitjà
Jordi Mitjà Costa
Enfermero de la Unidad Funcional Integrada de Trastornos de la Conducta Alimentaria. Área de Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Trabajo & tca

Una de las preguntas más frecuentes que se hacen las personas que tienen un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) son aquellas que tienen relación con el mundo laboral. ¿Puedo trabajar si estoy en tratamiento de un TCA? ¿Todos los trabajos son válidos? ¿Tengo que decir a la empresa que tengo un TCA? ¿Qué posicionamiento tendrá la empresa o los compañeros?

El trabajo es un derecho fundamental, pero para las personas con problemas de salud mental se convierte en un reto importante tanto por el estigma que rodea la salud mental como por la poca adaptabilidad que existe en el mundo laboral ordinario para dar espacios a personas con estos trastornos. Para estas personas, tener trabajo puede contribuir a la recuperación y a la inclusión, así como también mejorar la confianza y su desempeño en la sociedad.

Aunque la salud mental está ya presente en el ámbito laboral como un tema al que prestar atención, el peso del estigma sigue siendo tan alto que el 90% de las personas que han pasado por un problema de salud mental no lo comparten en su lugar de trabajo, según el reciente informe de Obertament sobre la salud mental, el estigma y el mundo laboral. De hecho, un 45% de las propias personas trabajadoras opinan que una persona con un problema de salud mental seria tratada de forma injusta y discriminada en el lugar de trabajo.

La actividad laboral debe remar a favor de la recuperación

Las personas con TCA siguen, cada una de ellas, un proceso y un plan terapéutico único e individual. Eso significa que la capacidad de trabajar de cada persona puede variar dependiendo de varios factores: la gravedad del trastorno, el tipo de tratamiento (consultas externas, hospitalización parcial, hospitalización total, etc.) y el apoyo emocional que recibe.

Los equipos profesionales que las atienden tienen un papel fundamental en el proceso de adaptabilidad en el lugar de trabajo. Junto con la persona, se evalúa toda la situación y se orienta sobre cuál es la ocupación idónea teniendo en cuenta el momento de recuperación de la persona, sus propios recursos y habilidades de gestión del trastorno y su proyecto de vida. El objetivo es evitar los trabajos que, por su nivel de estrés, entorpezcan la recuperación y encontrar un equilibrio entre el estado de salud de la persona y su motivación para desempeñar el trabajo.

Así que, ante la pregunta sobre si se puede trabajar durante el tratamiento de un trastorno de la conducta alimentaria, la respuesta es tan diversa como diversos son los casos. Hay personas que, pese a tener ganas de trabajar, no logran hacerlo debido a los síntomas físicos, como, por ejemplo, el infrapeso; y emocionales, como la irritabilidad y baja autoestima. Hay otras personas que debido al momento en el que se encuentran, la actividad laboral les afecta de manera negativa y les genera limitaciones que acaban entorpeciendo su proceso de recuperación. Y también hay quien es capaz de mantener un empleo estable durante todo el proceso terapéutico.

Aspectos a valorar para el desempeño laboral en caso de TCA:

  • Es indispensable una valoración conjunta entre la persona con TCA y su equipo asistencial para analizar pros y contras de cada empleo en relación al momento del proceso terapéutico en el que se encuentre.
  • En el proceso de análisis es importante conocer bien las características del empleo para saber qué aspectos pueden ser beneficiosos o no para la persona, como puede ser tener un horario laboral regular, por ejemplo.
  • Es importante conocer cuál es el entorno laboral. Lo ideal es trabajar en organizaciones con políticas de promoción de la salud mental y sensibilidad por ofrecer apoyo emocional y medidas adaptativas a las personas trabajadoras con problemas de salud mental.
  • Hay que evitar aquellos trabajos que impliquen un alto nivel de estrés, presión por la apariencia física o una cultura de la dieta y la imagen corporal.

Explicar en el lugar de trabajo que se tiene un problema de salud mental es decisión de la propia persona. Forma parte del ámbito privado de la persona e influyen muchos aspectos, como es el estigma que aún existe sobre la salud mental.

En caso de querer comunicarlo se recomienda que se haga de manera natural, igual que se haría si se tuviese cualquier otra enfermedad. En estos casos, se aconseja no mentir. Los equipos asistenciales también pueden ayudar y acompañar en este momento.

Una buena estrategia para comunicar que se está en tratamiento por un TCA es escribir lo que vas a decir y pensar en posibles respuestas para las preguntas que te puedan hacer, incluso puedes ensayarlo. En la gran mayoría de empresas, la reacción más habitual es la de la empatía y facilitar apoyo a la persona.

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 27 de Octubre de 2023
Última modificación: 27 de Octubre de 2023
Ana Samaniego Martínez

Ana Samaniego Martínez

Trabajadora social. Área de Salud Mental.
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Jordi Mitjà

Jordi Mitjà Costa

Enfermero de la Unidad Funcional Integrada de Trastornos de la Conducta Alimentaria. Área de Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona