¿Cómo podemos ayudar a un niño o niña con TDAH en casa?
Los tres síntomas básicos del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. Tres aspectos que pueden conllevar algunas actitudes que pueden confundirse con un mal comportamiento del niño o del adolescente y que pueden causar estrés y frustración a muchos padres y madres, hasta que conocen el diagnóstico.
Al tener problemas para prestar atención, los niños y niñas pueden:
- Tener dificultades para recordar y seguir instrucciones.
- Distraerse con facilidad por estímulos externos.
- Tener dificultades para organizar tareas y actividades.
- Olvidar las actividades cotidianas con frecuencia.
- Perder objetos.
- Evitar las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
- Cometer errores en las tareas por distracción i descuido.
Al ser hiperactivos, los niños y niñas con TDAH pueden:
- Presentar una excesiva actividad motora.
- Tener dificultades para permanecer sentados.
- Corretear o trepar en situaciones no apropiadas.
- Hacer las cosas deprisa y corriendo en vez de tomarse su tiempo.
- Hablar excesivamente.
- Tener inquietud interna, «nerviosismo»: movimientos de pies y manos, dificultad para realizar actividades de manera tranquila.
Al ser impulsivos, los niños y niñas con TDAH pueden:
- Cometer errores en las tareas por precipitación u omisión.
- Ser impacientes.
- Tener dificultades para esperar el turno.
- Interrumpir con frecuencia.
- Realizar verbalizaciones socialmente inapropiadas.
Como consecuencia de estos síntomas, las personas con TDAH pueden tener una baja autoestima, dificultades para relacionarse con los demás, baja tolerancia a la frustración, cambios frecuentes en la conducta y, probablemente, problemas de aprendizaje.
¿Cómo pueden ayudar los padres y las madres?
La intervención de la familia, y también del centro educativo, es imprescindible para que el niño o niña con TDAH pueda desarrollarse de forma adaptativa a su entorno, minimizando sus dificultades y maximizando sus potenciales. Es importante que la familia, desde un principio, pueda entender qué es el TDAH y qué dificultades comporta, para poder asumir todo lo que conlleva este trastorno y evitar así castigos y culpabilizaciones injustificadas.
Algunos consejos las madres y los padres son:
- Confirmar el diagnóstico de TDAH por medio de profesionales de la salud con experiencia y capacitación en este trastorno.
- Informarse sobre el trastorno, a través de profesionales o de las asociaciones de TDAH.
- Implicar a los familiares más cercanos en el tratamiento.
- Procurar darle un refuerzo positivo inmediato y frecuente.
- Reforzar sus logros y virtudes.
- Mantener la calma en momentos de crisis.
- Evitar la crítica constante y no caer en la confrontación.
- Darle apoyo y mostrarle cariño y comprensión.
- Ignorar en la medida de lo posible sus comportamientos negativos.
- Establecer límites claros y consecuencias.
- Comunicarse siempre con frases en positivo, evitando las frases con «no».
- Proporcionarle un entorno estructurado, con orden y rutinas.
- Emplear recompensas duraderas y eficaces. Utilizar la recompensa antes que el castigo.
- Hacer tangibles los pensamientos y la solución de problemas.
- Simplificar las reglas de la casa o lugar donde se encuentren.
- Ayudarle a hacer las cosas paso a paso. Enseñarle a ser organizado.
- Asegurarse de que comprende las instrucciones.
- Potenciar su autoestima y ayudarle a aceptar las limitaciones.
- Fomentar sus habilidades y relaciones sociales.
- Fomentar su autonomía y responsabilidad.
- Promover las actividades deportivas, artísticas y musicales.
- Educarle en la tolerancia a la frustración.
- Colaborar con el centro educativo.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
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