Los maltratos en la infancia y la adolescencia
A lo largo de la historia de la humanidad, los niños y las niñas han sido sujetos pasivos de maltratos, negligencia y abuso sexual. Hasta 1974 no se produjo un hecho histórico: Mary Ellen Willson, una niña de 9 años sometida a maltratos físicos gravísimos, fue protegida por la Sociedad americana para la prevención de la crueldad a los animales (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals- ASPCA). Se recurrió a la legislación de protección de los animales porque no existía ninguna otra legislación que protegiera a los niños de los maltratos y la crueldad.
En 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas firmó la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), tratado internacional que reconoce los derechos humanos de los niños y las niñas. Posteriormente, en el 2000, se firmó el protocolo facultativo de la CDN, relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y el uso de menores en la pornografía. En 2007 se firmó el Convenio de Lanzarote, el convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños y contra la explotación y el abuso sexual.
La preocupación por el tema de los maltratos dio lugar a la creación en Cataluña, en 1988, de la Associació Catalana per la Infància Maltractada (ACIM) y en España, de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI) dos años después. Actualmente, la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, presentada en el Congreso de los Diputados de España, es, pese a sus carencias, una buena propuesta para avanzar en la toma de consciencia y de actuaciones para parar esta lacra.
El abuso sexual y el maltrato se presenta en un 90% de los casos dentro del núcleo familiar y de personas conocidas. El Consejo de Europa plantea a sus estados miembros que es urgente abordar en las escuelas de primaria y secundaria la cuestión del abuso sexual a menores en el ámbito familiar. Es el caso de la campaña “UNO de cada CINCO”.
El silencio, la culpa o la vergüenza son factores que dificultan la detección de los casos y, por tanto, de ser tratados de forma precoz.
La toma de consciencia de esta lacra encubierta puede evitar que, en un futuro, las víctimas repitan, como víctimas o como maltratadores, las pautas de violencia aprendidas durante la infancia.
Actualmente es importante no olvidar que los menores tienen acceso a contenidos pornográficos en internet a edades cada vez más tempranas. Este acceso no controlado tiene unas consecuencias desastrosas en el desarrollo psicoemocional de los niños y adolescentes y en el incremento de agresores sexuales menores de 18 años.
Pese a que actualmente parece existir una mayor sensibilidad y preocupación en la sociedad sobre el tema de los maltratos, la negligencia y los abusos sexuales en la infancia y adolescencia, este tipo de población sigue siendo mayoritariamente invisible. Esto es debido a las dificultades en la detección, la atención individual y continuada de las víctimas y sus familias y a los problemas de coordinación en red de los diferentes profesionales y agencias implicadas. Por este motivo pensamos que es necesario dar visibilidad al problema para concienciar a la administración y a la población en general.
El 18 de noviembre es el Día Europeo para la Protección de los Niños del Abuso Sexual y Explotación Sexual. Este 2020 centrado en “Prevenir los comportamientos de riesgo de los niños: imágenes y / o videos sexuales autogenerados por los niños”.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
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