El reto de la inserción laboral de las personas en situación de sin hogar
Según el último informe INSOCAT Vivienda y exclusión residencial, publicado en abril de 2022, el 97 % de las personas atendidas por las entidades sociales en Cataluña tienen problemas de vivienda. En total, 1,3 millones de catalanes y catalanas viven en una vivienda inadecuada (infravivienda, hacinamiento o estructuras temporales) y casi un millón más lo hace en una vivienda insegura (ocupaciones, temporales, con amenaza de desahucios o amenazas violentas). Además, 18.000 personas viven en situación de sin hogar y sin techo. La vivienda es hoy un motor de exclusión social de primer orden.
Existen múltiples factores, tanto individuales como estructurales, que se relacionan con la dificultad para acceder a una vivienda digna, entre los que destacan la falta de protección social, la irregularidad administrativa, la precariedad residencial y laboral previas o la falta de redes de soporte. Los colectivos más afectados por estas situaciones son las personas migradas, las familias con niños y adolescentes, los hogares monoparentales y las personas jóvenes que viven solas. El sinhogarismo es una problemática estructural que requiere un abordaje integral desde una gobernanza amplia, que incluya a los diferentes agentes sociales y figuras profesionales.
Dado que buena parte de las causas de la actual crisis de acceso a la vivienda digna son de carácter estructural y sistémico , las respuestas que se puedan dar al sinhogarismo y la exclusión residencial son tan necesarias como insuficientes. Por eso es imprescindible el diálogo y la coordinación entre administraciones y entidades sociales.
En esta búsqueda y tanteo de modelos de intervención integrales, desde 2018 en Formació i Treball participamos en diferentes proyectos de intervención para la lucha contra la exclusión residencial que aplican la metodología Housing First, que se basa en el abordaje integral de las personas desde un entorno normalizado y estable –la vivienda– que respete y canalice las expectativas vitales de las personas beneficiarias.
El rol de nuestra fundación en estos proyectos es el de aplicar nuestra experiencia en el acompañamiento sociolaboral de las personas beneficiarias y que están en condiciones de afrontar un itinerario de formación e inserción.
El trabajo en red entre las entidades vinculadas es fundamental para garantizar una intervención que tiene en cuenta todos los aspectos de la persona: salud, educación, factores críticos de exclusión... El objetivo final es que puedan alcanzar la autonomía personal y laboral que les permita salir del programa para dejar paso a otras personas.
El acompañamiento lo realizamos mediante el desarrollo de itinerarios de inserción. Los itinerarios de inserción son un conjunto de actividades o acciones encaminadas a mejorar la empleabilidad de una persona; se trata de un proceso personalizado de orientación, formación e inserción.
Nuestro modelo de integración laboral se fundamenta en una serie de aspectos:
Intervención integral, con enfoque multidimensional; es decir, teniendo en cuenta todos aquellos aspectos de la persona que están interrelacionados: ámbito personal, familiar, educativo, salud, vivienda, etc. Para ello, trabajamos en coordinación con otros profesionales (trabajo en red).
- El acompañamiento tutorial, como eje vertebrador de toda la intervención, donde la figura profesional de la persona tutora es fundamental: acoge, acompaña, orienta, asesora, motiva.
- La formación (profesionalizadora, básica y transversal) como elemento clave para la mejora competencial, presente a nivel individual y grupal.
- Entender el empleo como herramienta de integración clave, a partir de la cual hay que articular un proceso de normalización/inclusión en los demás ámbitos.
- El apoderamiento como elemento clave para que cada persona sea protagonista activa de su propio proceso y no un sujeto pasivo.
- La integración y el arraigo social y cultural como factor de éxito para lograr una incorporación plena a la comunidad.
En nuestra intervención, utilizamos como referencia el modelo por competencias: el proceso en el que se fundamenta nuestra propuesta se basa en la identificación y el desarrollo de las competencias necesarias en el contexto personal y laboral, es decir, el conjunto de recursos personales, capacidades, habilidades, destrezas, conocimientos, preferencias, intereses que tiene cada persona y que aplicados al contexto profesional facilitan el acceso y el mantenimiento de un trabajo.
Las acciones que configuran el itinerario de inserción son:
Seguimiento tutorial
La tutoría es el elemento vertebrador que permite que éste se personalice. Con esta herramienta, la persona participante y la persona técnica o tutora de inserción diseñan y hacen un seguimiento del plan de trabajo, reflexionando, estableciendo objetivos, favoreciendo la toma de decisiones, evaluando resultados e integrando nuevas competencias y aprendizajes. En el contexto de las tutorías, realizamos:
- Entrevista en profundidad; recogida de datos, trayectoria profesional y vital, expectativas...
- Diagnóstico ocupacional / balance competencial.
- Pacto de itinerario: donde se establecen los derechos y deberes de cada una de las partes. El compromiso es el elemento clave a trabajar.
- Plan de trabajo: dinámico y evaluable y en continua construcción, donde se van reflejando los objetivos a alcanzar, las acciones a realizar, los plazos...
- Seguimiento y evaluación continua: durante todo el proceso, reajustando los objetivos si es necesario, y siempre con la persona.
Actividades
Las actividades que conforman el itinerario deben permitir identificar y desarrollar aquellas competencias clave que permitan a la persona adquirir autonomía, reforzar la confianza en sí misma, identificar sus intereses y puntos fuertes, y desarrollarse personal y laboralmente.
A partir del acompañamiento tutorial, se acuerdan qué acciones de mejora competencial, individuales o grupales, realizará la persona, que se van reflejando en el Plan de trabajo personal. Trabajamos las competencias con el fin de conseguir que cada persona tome conciencia del momento en el que está y en el que quiere estar, que vaya adquiriendo confianza y mayor autonomía y sea capaz de identificar sus intereses y motivaciones para la búsqueda de trabajo a partir de sus conocimientos y experiencias.
Las actividades que configuran el itinerario pueden incluir formaciones profesionalizadoras (para el aprendizaje o perfeccionamiento de un oficio), acciones para la mejora de las competencias básicas (especialmente formación digital o mejora del idioma) y mejora de las competencias transversales (de relación, de afrontamiento, de identificación, de acceso al empleo...), que son útiles para todos los ámbitos de la vida. Lo trabajamos mediante cápsulas y monográficos como: trabajo en equipo, resolución de conflictos, competencias valoradas en el trabajo (iniciativa, responsabilidad...).
Apoyo en la búsqueda activa de trabajo
Cuando se valora que la persona participante en un itinerario está preparada para ser candidata a ofertas de trabajo, establecemos una estrategia conjunta de acciones para facilitar a la persona el acceso a las ofertas de trabajo que genera el equipo profesional de prospección, que buscan alianzas con empresas para facilitar la contratación de las personas que acompañamos.
Es importante tener en cuenta que no todas las personas que acompañamos están en el momento de trabajar. El colectivo sin hogar se caracteriza por acumular factores de exclusión que condicionan o impiden, de forma transitoria o, en algunos casos, definitiva, su incorporación al mundo laboral: problemas de salud, irregularidad administrativa, falta de competencias básicas clave (sin escolarización, sin dominio de la lengua), mujeres monomarentales con problemas de conciliación... En estos casos, el itinerario se enfoca en facilitar recursos formativos adecuados a sus necesidades, que faciliten su integración social y, si es posible, si se superan los factores limitantes, su integración laboral.
La clave para lograr la efectividad de este modelo de intervención es garantizar un acompañamiento integral que facilite la recuperación de la situación y del proyecto de futuro de cada persona. INSULA y VESTA son ejemplos de proyectos de trabajo compartido en los que participamos conjuntamente con otras entidades sociales (Sant Joan de Deu Serveis Socials Barcelona, Cáritas Diocesána de Barcelona, Fundació Mambré) y con aportaciones de organismos públicos. El denominador común de estos proyectos, que aplican la metodología Housing First, es la intervención integral (social, laboral, vivienda, salud...) dando una respuesta colectiva y coordinada a un problema colectivo y complejo.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
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