¿Qué hacer si una persona cercana tiene ideas suicidas?
El suicidio es un problema social y de salud pública que debemos abordar de manera urgente, ya que en el mundo fallecen más de 700.000 personas por esta causa cada año, según la OMS. En España, durante el 2021, fallecieron 4.003 personas por suicidio, la cifra más alta desde que se tienen registros. Esto supone un aumento del 1,6 % respecto al 2020 (Observatorio del suicidio en España 2021, Fundación Española para la Prevención del Suicidio).
Existen muchos mitos sobre el suicidio y uno de los más frecuentes es el que afirma que hablar del suicidio puede incitarlo. Esto es totalmente falso. La mayoría de las personas que contemplan el suicidio tienen un intenso malestar emocional y no saben cómo afrontarlo ni con quién compartirlo. Hablar de ello puede ser una oportunidad para prevenirlo y puede ofrecer a la persona una visión alternativa de la situación.
Hablar del suicidio, pues, es una herramienta efectiva de prevención, y contribuye a romper el estigma que hay sobre él y que supone una barrera para pedir y obtener ayuda.
Las personas que presentan ideas de suicidio muchas veces nos dan señales de alarma que podemos detectar. ¿Cuáles son estas señales? ¿Qué podemos hacer si las detectamos? ¿Dónde podemos pedir ayuda?
¿Qué señales puedo detectar?
Las señales de alerta son una serie de signos o avisos que nos indican el riesgo de suicidio y hacen posible una intervención temprana en la prevención. Es importante conocerlas para poder minimizar ese riesgo.
Existen dos tipos de señales de alerta:
Señales de alerta verbales
Frases como:
- No valgo para nada.
- Estaríais mejor sin mí.
- Soy un (o una) inútil.
- Lo mío no tiene solución.
- Quiero terminar con todo.
- Me gustaría desaparecer.
- Quiero descansar.
- No deseo seguir viviendo.
- Me pregunto cómo sería la vida si estuviera muerto (o muerta).
- Quiero quitarme la vida, pero no sé cómo.
- Nadie me quiere y es preferible morir.
- No merece la pena seguir viviendo.
Señales de alerta no verbales
Comportamientos no habituales:
- Cambios de humor (irritabilidad, apatía, agresividad).
- Aislamiento social y familiar, cambios de horarios en sus hábitos y forma de vida.
- Desinterés generalizado.
- Consumo repentino o aumento de tóxicos o alcohol.
- Regalo de pertenencias, objetos apreciados o valiosos o cesión de mascotas.
- Redacción de testamento, visitas inesperadas a familiares o a personas cercanas; puesta en orden de cosas o gestiones.
- Autolesiones.
- Desinterés hacia el trabajo, sus allegados o sus aficiones.
- Gasto de dinero injustificado o desproporcionado.
Señales Físicas:
- Descuido de la imagen, apariencia, vestimenta e higiene personal.
- Manifestaciones de malestar físico persistente como dolor crónico.
- Agravamiento de síntomas de trastornos mentales que pueda tener.
- Pérdida o aumento de peso debido a la pérdida o aumento de apetito.
¿Cómo puedo ayudar a la persona si detecto estas señales?
- Ofrécele tu apoyo mediante la escucha: si una persona cercana tiene ideas de morir o ha intentado quitarse la vida, sentirse escuchada es más importante que recibir consejos directos.
- Acompáñale. La presencia de alguien cercano suele ser tranquilizadora. Pasa el máximo tiempo posible con esa persona y asegúrate de que otras personas del entorno podrán acompañarla en diferentes horas del día. Podéis elaborar un horario entre las personas más cercanas para asegurar que cada una pueda dedicarle un espacio.
- Evita utilizar tópicos o falsas expectativas. Las frases hechas como «tienes que ser fuerte» o «todo mejorará» podrían generar mayor malestar en la persona, ya que puede sentirse incomprendida. Entender el sufrimiento y dar espacio para expresar el dolor es más beneficioso.
- Ofrécele una ayuda concreta. Evita propuestas ambiguas o generales como «aquí estoy si me necesitas». Plantea mejor algo preciso, realista y motivador, como por ejemplo: «He preparado todo para que vengas a mi casa este fin de semana; pasaremos el día juntos».
¿Dónde puedo acudir para pedir ayuda?
De forma paralela a este acompañamiento personal, también debemos pedir ayuda a una persona profesional de la salud mental. El procedimiento para una atención en el circuito público en España es acudir a su referente de medicina de atención primaria e informarle de la situación, para que valore y pueda hacer la derivación a salud mental, que normalmente está en el propio centro de atención primaria.
Debemos siempre tener presentes los diferentes recursos a los que podemos acudir para pedir ayuda si creemos que alguna persona cercana tiene riesgo de suicidio. En España:
- Llamar al 024: línea telefónica para la atención a las personas con pensamientos, ideas o riesgo de conducta suicida. Es una atención gratuita 24 horas al día.
- Llamar al 061: Salut Respon. En caso de presentar ideas de suicidio sin tratarse de una situación de emergencia (Cataluña).
- Llamar al 900 925 555: Teléfono de prevención del suicidio, Ayuntamiento de Barcelona. Gratuito.
- Llamar al 112: Servicio de emergencia. En caso de riesgo suicida o conducta suicida en situación de emergencia.
- Teléfono de la esperanza (914 590 055 / 717 003 717): Recurso donde se puede encontrar apoyo en caso de presentar ideas de suicidio.
- Consultar con el servicio de urgencias de su hospital de zona.
Puedes consultar los recursos de cada país en este enlace.
Si tienes pensamientos suicidas, pide ayuda:
También puedes comunicarte con los servicios de emergencia locales de tu zona de residencia.
-
024
Línea de atención a la conducta suicida -
061
Salut Respon -
900 925 555
Teléfono de prevención del suicidio de Barcelona