El tratamiento farmacológico de la psicosis

En la intervención de los trastornos psicóticos hay varios tratamientos que se pueden usar de manera combinada para promover el bienestar de la persona. Uno de ellos es el tratamiento farmacológico,  que es importante para reducir los síntomas y evitar que vuelvan a aparecer.

Pero además de la medicación, las intervenciones psicosociales son clave en la recuperación, porque ayudan a entender los síntomas, a regular el estrés, a mejorar las relaciones sociales y a aprender a prevenir las recaídas, entre otros beneficios.

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¿Qué son los psicofármacos?

Los psicofármacos son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso y ayudan a compensar o a reparar los efectos de los síntomas. Pueden actuar de manera diferente en cada persona, por eso es imprescindible hacer tratamientos individualizados.

No siempre es fácil encontrar un fármaco que se adapte a cada persona, por eso a veces hay que probar diferentes medicaciones hasta conseguir la más adecuada. También puede ser necesario combinar más de un medicamento. Para que los tratamientos sean efectivos, es muy importante seguir con la pauta farmacológica indicada.

¿Cuáles son los fármacos más habituales?

Los medicamentos antipsicóticos, también conocidos como neurolépticos, suelen recomendarse como primer tratamiento de elección farmacológico para tratar los síntomas de la psicosis, puesto que ayudan a reducir o eliminar los síntomas propios de este trastorno.

Algunas características de los antipsicóticos:

• En pocas horas suelen reducir la ansiedad y la agitación, pero hay que tomar la medicación durante más tiempo para disminuir las alucinaciones y los pensamientos delirantes.
• Son muy efectivos para reducir alucinaciones y pensamientos delirantes, pero tienen menos eficacia en la mejora de otros síntomas como la falta de energía, motivación y experimentación de placer, la indiferencia emocional o los problemas cognitivos.
• Se pueden administrar oralmente y diariamente en forma de pastillas, cápsulas o jarabe, o con una frecuencia quincenal, mensual, bimensual o semestral en forma de inyectable intramuscular.
• La cantidad que hay que administrar depende del tipo de fármaco y de la persona.
• El efecto del medicamento se prolonga durante varias semanas o meses, según el tipo de fármaco.

Algunos de los antipsicóticos son: aripiprazol, olanzapina, quetiapina, risperidona, haloperidol, aliperidona, clozapina, amisulprida, ziprasidona y asenapina.       

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¿Durante cuánto tiempo se debe tomar la medicación?

El tiempo que se recomienda tomar la medicación antipsicótica puede variar según el diagnóstico y la frecuencia, gravedad y número de episodios psicóticos de la persona. Hay que hablarlo con la persona profesional sanitaria de referencia.

Dejar la medicación de manera repentina puede llevar a una recaída, por eso hay que hacerlo de manera consensuada y acompañada por la persona profesional de referencia, con quien se debe acordar cualquier cambio en la medicación o en el tratamiento.

¿Los antipsicóticos tienen efectos secundarios?

Los antipsicóticos, como casi todos los medicamentos, pueden causar efectos secundarios, a pesar de que cada vez hay más tratamientos farmacológicos que provocan menos efectos. Si una persona experimenta efectos secundarios, es posible que sea necesario cambiar el tratamiento, ajustar la dosis o incorporar un tratamiento corrector. Por eso, para reducir estos efectos, hay que contactar con la persona profesional de referencia.

Algunos fármacos pueden tardar semanas en hacer efecto y a veces pueden aparecer efectos secundarios antes de la mejora de los síntomas. Es importante tener paciencia y seguir las indicaciones de los profesionales clínicos, ya que algunos de los efectos secundarios remiten pocos días después de empezar a tomar la medicación.

Efectos secundarios de los antipsicóticos

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Fármacos para tratar otros síntomas de la psicosis

En algunas personas los trastornos psicóticos también van asociados a otros síntomas como la depresión, la ansiedad, dificultades de regulación emocional, trastornos del sueño, etc. En estos casos, quizás también habrá que tomar otro tipo de medicación, como por ejemplo:

• Estabilizadores del humor o eutimizantes.
• Antidepresivos (depresión).
• Ansiolíticos, hipnóticos o sedantes (ansiedad).
• Correctores, anticolinérgicos o antiparkinsonianos.