Ejemplos de planes y acciones de prevención en el ámbito local
La Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (SNS) 2019-2024 incluye como línea estratégica el abordaje integral de la prevención de la conducta suicida en España. Una línea de trabajo que el Ministerio presentó en septiembre de 2019 y empezó a trabajar contando con cuatro grupos de trabajo: diferentes responsables de instituciones; las sociedades científicas y profesionales; los medios de comunicación y asociaciones de prensa; y la propia sociedad civil, representada por asociaciones de pacientes y usuarios.
Las comunidades autónomas, con competencias en sanidad, y las administraciones provinciales y municipales están desarrollando desde hace años programas y acciones, trabajando en red con diferentes instituciones sanitarias y sociales, cuerpos de seguridad y asociaciones. En Catalunya, cabe destacar los primeros programas de prevención desarrollados por los equipos del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y los del Parc Taulí.
El Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, a través de su Pla Director de Salut Mental i Addiccions, está ultimando su propio plan nacional de prevención del suicidio. «Lo que pretende este plan», explica Jordi Blanch Andreu, director del Pla Director de Salut Mental i Addiccions, «es trabajar, entre otros, sobre los puntos de acción más importantes y que pasan por la mejora de la atención primaria, como punto de detección de casos; la labor de sensibilización sobre el estigma asociado al suicidio, la información a la población general y el trabajo en red con agentes que no son del ámbito de la salud como policia, bomberos o servicios sociales».
Este será el primer plan integral de prevención del suicidio elaborado desde el Govern de Catalunya, que ya fue pionero en la implementación del Codi Risc Suicidi (CRS), en 2014. El CRS se ha convertido en un referente en Europa como programa de atención a las personas en riesgo de suicidio. En 5 años de funcionamiento, el CRS ha atendido 12.596 personas con episodios de conducta suicida. De estas, el 88% ha realizado un solo episodio de intento gracias, entre otros, el seguimiento posterior.
Para Blanch, conseguir la vinculación de las personas de alto riesgo con el sistema de salud mental es ya un objetivo conseguido a lo largo de estos años de funcionamiento.
El Codi Risc Suïcidi ha ido muy bien sobre todo en esta vinculación, pero está por ver si se ha traducido en una disminución de las causas de suicidio consumado ya que esto aún no lo estamos viendo.
Jordi Blanch Andreu, director del Pla Director de Salut Mental i Addiccions
Ámbitos de mejora
Pese al buen funcionamiento del programa, el sistema adolece de algunas carencias técnicas sobre las que se está trabajando, como conseguir mejorar el procedimiento de registros de casos en todo el territorio o poder tener acceso a la información sobre las causas de la muerte de las personas que han estado en el programa. «Tenemos un sistema de registro de tentativas muy potente y somos capaces de saber, con bastante detalle sociodemográfico, cuantas tentativas de suicidio ha habido en Cataluña. Sabemos también las personas que han salido del sistema porque han fallecido. Lo que no sabemos es cuántas son por suicidio consumado. Es una información confidencial desde el punto de vista jurídico, pero estamos estudiando las fórmulas para poder tener esta información y saber si el CRS es eficiente», explica Jordi Blanch.
Otra gran dificultad añadida es la fiabilidad de los datos y que es común en toda la salud mental: más de la mitad de las personas que necesitan tratamiento no lo reciben y, de las que están en tratamiento, un porcentaje significativo no recibe el adecuado, según se afirma en la propia Estrategia de Salud Mental del SNS. Así que nunca se tiene la foto completa de la dimensión del problema.
Mientras el Pla Director de Salut Mental i Addiccions avanzaba en su plan de prevención del suicidio llegó la pandemia de la COVID-19. «Necesitamos más tiempo de revisión de los datos que hemos ido recogiendo», reflexiona Jordi Blanch, «vemos una reducción muy importante de los casos detectados, pero ello no significa que no haya tentativas, sino que son casos que no se atienden en urgencias psiquiátricas, que es donde se registran ahora mismo. Es una de las cuestiones que debemos resolver, ampliar los puntos de registro».
Del plan a la acción
«La pandemia ha ayudado, en cierta manera, a poner la salud mental en primera línea porque nunca antes se había vivido una situación mundial de esta incertidumbre y estrés», explica Pilar Solanes Salse, Directora d'Envelliment i Cures del Ayuntamiento de Barcelona. Esta situación permitió poner en marcha en la ciudad catalana un plan de choque en salud mental, con una partida presupuestaria de 1,5 millones de euros, centrado en cinco líneas de actuación que buscan:
- Más personas que saben cómo proteger su salud mental durante la crisis y más personas preparadas para afrontar las adversidades.
- Más capacidad para detectar, acompañar y, si es necesario, orientar a las personas que padecen problemas y malestares psíquicos más comunes hacia los servicios de soporte.
- Un apoyo específico a los grupos, colectivos y territorios que están sufriendo especialmente el impacto de la crisis de la Covid-19.
- Más servicios para la prevención y atención de la conducta suicida.
- Apoyo y acompañamiento al duelo.
El plan de choque de la ciudad de Barcelona llegó complementando el Plan de Salud Mental que, aunque liderado por el consistorio municipal, cuenta con el trabajo en red de las instituciones sociales y de salud, asociaciones y entidades diversas que trabajan bajo una única filosofía: analizar y actuar para la promoción y prevención de la salud mental y para la mejora de la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental. Entre las instituciones que participan están también la Red de Salud Mental de Sant Joan de Déu.
Las ciudades deben implicarse en la prevención del suicidio
Pilar Solanes Salse, Directora del Programa de Salud del Ayuntamiento de Barcelona.
«No se puede hacer un buen plan de prevención sin el conocimiento y la proximidad de la ciudad y sus agentes, con la comunidad, que son los que conocen los puntos calientes, los que pueden contactar con las familias y ayudar», añade. La Directora d'Envelliment i Cures del Ayuntamiento de Barcelona afirma que siempre trabajan bajo el mismo lema: más políticas de salud mental en la ciudad y más ciudad en las políticas de salud mental. Este lema se impregna, dice Solanes, en toda la política de salud mental que proyecta el consistorio barcelonés.
Más de 100 llamadas al teléfono de prevención del suicidio en un mes
A principios del mes de agosto se activaron dos servicios dedicados a la prevención del suicidio: un teléfono de prevención del suicidio (24/365), de la mano de la Fundació Ajuda i Esperança. Según datos facilitados por el Ayuntamiento de Barcelona, el teléfono de prevención del suicidio de Barcelona ha registrado en su primer mes 101 llamadas, 36 de las cuales eran de personas con conductas suicidas. Se han activado los servicios especiales del 112 en dos ocasiones.
También se ha puesto en marcha un servicio de atención para las familias, amistades y personas del entorno laboral de quienes viven con riesgo de suicidio y para las persones supervivientes de un suicidio, es decir, las que han perdido alguien cercano por esta causa, en el espacio Barcelona Cuida. Este punto de atención está gestionado por las asociaciones Después del Suicidio – Asociación de Supervivientes (DSAS) y la Associació Catalana per a la Prevenció del Suïcidi (ACPS).
El camino ha sido largo, han sido necesarios años de activismo, de pequeñas acciones de prevención y sensibilización desde la administración y desde las asociaciones vinculadas al fenómeno del suicidio. «El suicidio es el colmo del estigma, pero estos últimos años se ha estado trabajando para que, ahora, con cierta valentía, se puedan proponer acciones concretas de prevención», explica la representante municipal, «todas las administraciones deben tener la prevención del suicidio en la agenda».
Si tienes pensamientos suicidas, pide ayuda:
También puedes comunicarte con los servicios de emergencia locales de tu zona de residencia.
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024
Línea de atención a la conducta suicida -
061
Salut Respon -
900 925 555
Teléfono de prevención del suicidio de Barcelona