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Territorios de tensión, ecosistemas de equilibrio

Xavier Marcet

Xavier Marcet

Presidente
Lead to change
liderazgo

Las organizaciones son un territorio de tensión. Si son empresas, porque necesitan sobrevivir en mercados que son competitivos. Si son administraciones, porque viven la relación compleja entre la política y la creación del valor público. Las personas viven una parte fundamental de su vida en relación con su posición profesional dentro de las organizaciones. Confrontan las expectativas depositadas en ellas por parte de las organizaciones con sus propias expectativas personales.

Tanto las organizaciones como las personas comparten la tensión entre presente y futuro, cómo dar resultados en el presente y capturar un futuro en el que puedan reconocerse.

Trabajar quiere decir básicamente resolver tres funciones: dar resultados, adaptarse y aprender. Si no damos resultados, quedamos dislocados funcionalmente; si no nos adaptamos, quedamos sin capacidad de aportar; y si no aprendemos, envejecemos profesionalmente de golpe y entramos en lo que Peter Drucker denominaba «incompetencia súbita». Para realizar estas tres funciones las personas deben poder generar lógicas propias de motivación y deben tener agendas llenas de sentido. Y eso solamente se produce en empresas en las que –a pesar de ser territorios naturales de tensión– emerge un ecosistema equilibrado. Las personas nos sentimos bien cuando las cosas son razonablemente equilibradas.

Un ecosistema equilibrado es el de una empresa muy orientada al cliente sin olvidar a sus trabajadores. El de una comunidad profesional donde la gente se respeta porque aprenden unos de otros y son capaces de pensar, actuar y dar resultados juntos. También forma parte del equilibrio el hecho de que los accionistas de una empresa, que arriesgan en modo continuo, tengan retribuciones que compensen su riesgo sin entrar en lógicas especulativas. Finalmente, la sociedad que rodea las organizaciones es también parte de este equilibrio.

La mayoría de las personas nos sentimos cómodas en empresas con gente buena (de talento) y buena gente. Donde los resultados y los comportamientos no entren en colisión con la dignidad. Donde exista una infraestructura invisible –la cultura corporativa– que esté orientada al respeto hacia las personas. Donde la lógica de crecer haciendo crecer se imponga a una lógica de crecimiento a costa de los demás.

El liderazgo juega una pieza fundamental en el juego de equilibrios de una organización. Un liderazgo que se expresa de un modo en el que liderar es servir y no servirse. En el que una persona cuando está arriba del todo no siente que la gente trabaja para ella, sino que es ella la que trabaja para los demás. Un liderazgo que permite sacar la mejor versión de las personas, gracias al manejo de la influencia positiva que pueden ejercer los buenos líderes. Un liderazgo capaz de inspirar y no solamente de mandar. Un liderazgo capaz de construir y definir oportunidades para sus equipos.

La necesidad de un management humanista

Estamos ante una la revolución de las tecnologías de datos (IOT, Big Data e Inteligencia Artificial) y de los sistemas de automatización sofisticada (robótica avanzada) que tendrán un alto impacto en el mundo del trabajo.

Para mantener los equilibrios deberemos resolver la ecuación personas – máquinas a favor de las personas. Es lo único razonable.

Las empresas deberán ser competitivas y usarán mucha tecnología para ello, para alcanzar ventajas competitivas. Pero las tecnologías tienden a democratizarse, un día las tiene todo el mundo y quienes hacen la diferencia al final siempre son las personas. Personas con capacidad de pensar y actuar. Si las personas pensamos, la tecnología nos empodera. Si las personas no pensamos por nuestra cuenta, la tecnología nos mimetiza y acaba robando el sentido de muchos de nuestros trabajos.

gestión bienestar emocional

La gestión de personas desde el bienestar emocional

Webinar

En esta era de la inteligencia artificial, está emergiendo con fuerza la necesidad de management humanista, capaz de dar resultados, pero no de cualquier modo. Un management que permita a las personas vivir en ecosistemas de equilibrio, donde uno pueda aportar y dar más resultados que excusas en un ecosistema de equilibrio y aprendizaje.