Cuando el trabajo no lo es todo
El APD Research Institute ha publicado recientemente su informe People at work 2022: a global workforce view, en el que analizan las actitudes y expectativas laborales de más de 32.000 personas empleadas de 17 países diferentes de todo el mundo durante el año siguiente a la pandemia.
El estudio pone de manifiesto cómo ha cambiado lo que las personas trabajadoras entienden por estabilidad laboral, especialmente a raíz de la pandemia: un trabajo seguro pasa por permitir ingresos suficientes para poder vivir como uno quiere, sin comprometer su salud, bienestar, el tiempo con la familia o los valores personales. Así, han pasado a valorar aspectos del puesto de trabajo como la flexibilidad horaria, el trabajo en remoto y la mejora en la carrera profesional.
Aunque el salario sigue siendo una prioridad, las personas trabajadoras también valoran su satisfacción y su salud mental en el trabajo en su decisión de permanecer o cambiar de empresa. En general, pese a estar mayoritariamente satisfechos, el 50% de las personas empleadas valorarían cambiar de trabajo. En concreto, 1 de cada 5 personas trabajadoras de los sectores de los cuidados y la salud en el mundo se plantean actualmente dejar su organización.
Resulta significativo que el 67% de las personas encuestadas refiere haber experimentado estrés en el trabajo al menos una vez a la semana, y el 15% se siente estresada cada día. Algunos de los motivos que relacionan con este aumento del nivel de estrés laboral son el aumento de responsabilidades como resultado de la pandemia (41%), la duración de las jornadas diarias (28%), o problemas con la tecnología (26%). Además, el 53% considera que su rendimiento laboral se está viendo afectado por su peor salud mental.
Sin embargo, solo en el 13% de los casos dicen que la empresa en que trabajan no está tomando ninguna medida para promover una salud mental positiva en el trabajo. En general, las empresas son conscientes de estos riesgos, consideran que el estrés y la salud mental de sus personas trabajadoras es importante e implementan acciones como las siguientes:
- mejorar la comunicación con las personas empleadas
- dar días de permiso extraordinarios para reducir el estrés
- ofrecer descansos adicionales durante la jornada laboral
- crear espacios y actividades para gestionar el estrés (espacios y clases de meditación, actividades de bienestar, etc.)
- actividades de cohesión de equipo y de asesoramiento
- respetar la desconexión digital de los empleados fuera de la jornada laboral
En relación al trabajo en remoto o desde casa, las personas encuestadas valoran de forma positiva la flexibilidad que les ofrece, y aquellas con jornadas híbridas (que combinan trabajo en remoto y trabajo presencial) tienen un mayor compromiso con su empresa. Pese a ello, el 55% de las personas que trabajan desde casa sienten que su rendimiento laboral sufre a causa de su peor salud mental, frente al 36% de las personas que trabajan en la oficina. Así, las empresas deben garantizar que todas sus personas empleadas, independientemente de donde desarrollen su actividad, sientan que su trabajo se valora, se cuida, puedan promocionar profesionalmente, y se atienda también a su salud mental.
Aunque las personas empleadas son optimistas con su trabajo y tienen buenas expectativas de futuro al respecto, las empresas deben poder adaptarse a las nuevas actitudes y valores laborales y cuidar de aspectos como el salario, la promoción laboral y la salud mental laboral para mantener el compromiso de sus trabajadores.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
Si sufres de soledad o pasas por un momento dífícil, llámanos.