Redes de apoyo entre mujeres para empoderarse y salir del aislamiento
Ser mujer es un factor de riesgo para tener un problema de salud mental. Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), el género afecta de manera fundamental a la salud mental al determinar una posición de desigualdad social y económica y dificulta su atención y recuperación. De hecho, las mujeres tenemos tres veces más riesgo desarrollar depresión, el problema de salud mental más frecuente y que será la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030.
El sesgo de género, además, influye en el diagnóstico y el tratamiento, pudiendo originar sobremedicación, problemas de salud y empeoramiento de la calidad de vida.
Las mujeres con experiencia propia en salud mental experimentan aún mayor discriminación que los hombres con problemas de salud mental y que el resto de mujeres. Así, autoestigma y estigma afectan por igual a este colectivo de mujeres.
Los prejuicios y estereotipos existentes muchas veces presentan a las mujeres con problemas de salud mental como seres asexuados o hipersexuales, infantilizadas, incapaces de ser madres, de mantener una relación de pareja o de sostener argumentos veraces. Catalogaciones como «locas», «histéricas», «depresivas» o malas madres dan razón de la visión que se tiene todavía, hoy en día, del colectivo (Red Estatal de Mujeres de SME, 2020), y provocan la distorsión de la imagen que tienen de sí mismas y de su percepción como ciudadanas de pleno derecho.
Las mujeres con trastorno mental son objeto de múltiples discriminaciones: por ser mujeres, con una discapacidad y un problema de salud mental, entre otros factores, que pueden entrecruzarse, como la orientación sexual o la etnia, por poner algunos ejemplos , y que pueden agravar su situación.
Todo ello comporta que, en muchos casos, las mujeres con un diagnóstico en salud mental no reconozcan que están viviendo una situación de vulneración de sus derechos o, incluso, de violencia, ya menudo, a pesar de reconocer la gravedad de la situación, ignoran los medios y la forma de hacer valer sus derechos.
Las cifras nos confirman que, aproximadamente el 42% de las mujeres con experiencia propia en salud mental no reconocen ser víctimas de violencia, y que aquéllas que sí lo hacen y denuncian la situación, no se les da credibilidad, poniendo en duda su relato, en gran medida, a causa del estigma asociado al trastorno mental que tienen (Fedeafes, 2017).
Ante este contexto, las mujeres con experiencia propia en salud mental de la red asociativa de Salut Mental Catalunya han decidido dar un paso adelante y unirse para crear un espacio propio dentro del movimiento asociativo en salud mental. El objetivo de esta unión es apoyarse, reflexionar conjuntamente sobre sus necesidades y trabajar la mejora de la calidad de vida del colectivo. Porque, ¿quién mejor que ellas para hacerlo?
¿Por qué unirse en grupos de mujeres?
El trabajo grupal se ha demostrado eficaz para iniciar el camino hacia el empoderamiento. Los espacios grupales de mujeres ayudan a conectarse unas con otras, salir del aislamiento y participar de un espacio de escucha, donde compartir experiencias vitales (situaciones que viven por el hecho de ser mujeres), percepciones, ideas y sentimientos, sentirse comprendidas y tomar conciencia de su situación (Migallón y Galvez, 1999).
En definitiva, los grupos de mujeres facilitan que las participantes se conviertan en agentes de salud de su propio proceso de recuperación, impulsan la participación activa en primera persona, promueven la sororidad y la creación de vínculos significativos entre las participantes. (Caballero et al., 2012).
Y, sobre todo, porque trabajar en grupos las hace ser conscientes y darse cuenta de que muchas cuestiones que les han hecho sentir como individuales e intrapsíquicas son comunes a muchas mujeres, marcadas por el género, la cultura y tener una problemática de salud mental (Nogueiras et al., 2005); y favorece la exposición a modelos alternativos de pensar, sentir y actuar.
Las redes de apoyo entre iguales
Las redes sociales se definen como la colección de vínculos interpersonales que las personas mantienen y que las provee de distintos soportes, recursos y servicios. Las redes de apoyo social son el subsistema que ofrece refuerzo emocional, orientación cognitiva y asistencia práctica, facilitando e impulsando el crecimiento personal, los hábitos saludables y el bienestar (Litwin, 2020).
Las redes de apoyo social en salud mental representan a su vez el entorno social de la persona. Todas las personas necesitamos un entorno afectivo que nos provee de cariño, acompañamiento y apoyo para el propio bienestar, especialmente en los momentos difíciles. En el caso de las personas con problemas de salud mental, tener un entorno social y afectivo es un elemento primordial para el proceso de recuperación y, más aún, para las mujeres en primera persona, dada la situación que vive el colectivo.
Por tanto, las redes de apoyo entre mujeres son una alternativa para la promoción y la prevención de la salud mental.
Desde el programa Dona i Salut Mental de Salut Mental Catalunya, ofrecemos apoyo y recursos a la creación, consolidación y crecimiento de grupos de mujeres, o lo que es lo mismo, en las redes de apoyo entre mujeres, ya sea en formato de grupos autogestionados (grupos de ayuda mutua presenciales y virtuales) o en grupos de mujeres dinamizados por una profesional. El objetivo es la promoción de redes de soporte entre mujeres en primera persona.
Estas redes de apoyo entre mujeres son especialmente clave para aquellas que viven en ámbitos rurales, donde los grupos de mujeres y grupos de ayuda mutua de mujeres presenciales o virtuales son una oportunidad para la ruptura del aislamiento y la creación de vínculos y una red de apoyo relacional, en poblaciones, donde su situación es aún más compleja, ya sea por el contexto o la geografía propia del territorio.
Los grupos de mujeres son también impulsores de activistas que, a través de su participación y acción, llevan a cabo la defensa de los derechos del colectivo en primera persona.
Las principales reivindicaciones del colectivo son: su visibilización y respeto a su capacidad de decisión, educación, trabajo y vida dignas, derechos sexuales y reproductivos, maternidad y crianza, la atención a la salud mental con perspectiva de género, la lucha contra la violencia machista, el uso de lenguaje inclusivo y, en último término, la recuperación y el empoderamiento de las mujeres con problemas de salud mental.
El programa Dona i Salut Mental de Salut Mental Catalunya es un programa participativo, creado con y por las mujeres con experiencia propia en salud mental de todo el territorio, al que damos la bienvenida y acogemos a cualquier mujer o grupo de mujeres con experiencia en salud mental con ganas de participar y hacer red. Como dice Lourdes Da Costa, una de sus impulsoras: «A las mujeres que piensan que están solas, les diría que no están solas. Venid con nosotros, hay una red, donde todas tenemos un espacio. Y sí, la vida es dura, pero si las penas son compartidas, normalmente, por mal que estés, siempre te vas con una sonrisa».
Documentos y enlaces
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También puedes comunicarte con los servicios de emergencia locales de tu zona de residencia.
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024
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061
Salut Respon -
900 925 555
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